Existen muchas formas de hacer que estos archivos sean asegurados, hay software que se encarga de ello, sin embargo esto conlleva algunos costos económicos que tal vez no estemos en capacidad de asumir al momento.
La forma fácil
Hay una forma muy sencilla de proteger un poco más nuestros archivos y es esconderlos dentro de nuestro sistema en un lugar donde Finder no es capaz de encontrarlos, el problema es que debemos recordar esta ruta para no perderlos de vista y no tener que pasar horas buscando.
Para ello debemos simplemente esconderlo en la biblioteca del usuario, con ello nos aseguramos que las posibilidades de ser encontrado sean mínimas, aparte que tendrían que tener acceso de administrador si no está nuestra cuenta logueada:
Hacer que el archivo “desaparezca”
Como encontrar algo que no está es una de las premisas que podemos utilizar para proteger nuestros datos, a diferencia del truco anterior donde el archivo se escondía entre la multitud de directorios, en este caso debemos ocultar el archivo así esté en la carpeta de más fácil acceso.
Para ello simplemente debemos utilizar el siguiente comando:
setfile -a V nuestroArchivo.txt
Con esto lograremos que el archivo desaparezca del directorio donde está, así no puede ser encontrado ni por los servicios de búsqueda del sistema. Ahora si lo que queremos es que nuestro archivo sea visible de nuevo debemos hacer lo siguiente:
setfile -a v nuestroArchivo.txt
Podemos estar pensando que se trata del mismo comando, pero si nos fijamos ahora la letra V pasó de mayúsculas a minúsculas v, con esta pequeña diferencia podemos manipular la visibilidad de nuestro archivo. Adicionalmente, si tenemos un archivo oculto la única forma de abrirlo es a través de la terminal con el siguiente comando:
open nuestroArchivo.txt
Es importante mencionar que esto también nos sirve con los directorios ocultos.
Ya con esto hemos ocultado nuestros archivos sensibles de la vista de los extraños y tenemos un poco más de seguridad en nuestro sistema de lo que normalmente tendríamos.
Como vemos utilizando las propias herramientas del sistema podemos lograr incorporar un poco más de seguridad en nuestros directorios, sobre todo los que tienen información que resulta confidencial, por supuesto estos métodos no son a prueba de ataques pero es una pequeña ayuda para el usuario convencional.