LG 360 VR son las nuevas gafas de Realidad Virtual (VR) creadas por LG. Si bien se trata de un complemento diseñado para el G5 (el nuevo modelo del smartphone insignia de esta misma compañía) sorprenderá a cualquier usuario por sus increíbles prestaciones. La primera de ellas es que reinventa la manera en que se había podido utilizar la Realidad Virtual con un smartphone.
Hasta ahora para sumergirse en los ambientes vistos a través de la pantalla de un móvil había que usar una tecnología muy limitada, que implicaba introducir literalmente el teléfono dentro de un visor que, esencialmente, amplificaba el vídeo y el audio a través de una pantalla tipo 360°, tal y como venía sucediendo con las pantallas Cardboard de Google y Gear VR de Samsung.
LG asegura que ese tiempo ha llegado a su fin con el equipo formado por su LG G5 y las gafas 360 VR. Y no le falta razón. Para comenzar, en este caso las gafas se conectan directas a la entrada USB tipo C del móvil, con lo que las gafas son un monitor en todo el sentido de la palabra.
Este hecho contribuye a que el usuario tenga la sensación de un ambiente en el que se puede introducir y no de estar ante la pantalla de un teléfono. Dentro de las gafas hay dos potentes pantallas OLED de 1080p cada una.
La presencia de esta duplicidad de pantallas de altísima resolución tiene una gran ventaja. Como las gafas utilizan un puerto cada vez más común (el USB tipo C) es muy probable que la compatibilidad de este dispositivo se amplíe a otros teléfonos Android (además del G5), y que no importe a resolución de la terminal: cualquier teléfono será una entrada a la VR.
Una ventaja añadida de la forma en que funcionan estas gafas es que permiten usar al teléfono como un control digital mientras se navega. Algo que también ayuda a esta sensación de “estar ahí” es el revolucionario diseño de las LG 360 VR: casi tan pequeñas como unas gafas tradicionales, y con un peso que no llega a la mitad de los modelos de la competencia (180 gramos). En la parte superior de las gafas hay dos botones que funcionan como controles manuales. Sus patas son plegables y flexibles, lo que hace a las hace muy portátiles.
Le hemos encontrado dos desventajas a pesar de su atractivo. La primera es que no tiene audio directo, por lo que se hace necesario conectar audífonos al teléfono o a través de Bluetooth. La segunda es que demanda un teléfono Android con procesador Snapdragon 820 pues necesita de un rendimiento potente. Esto quiere decir que no podrás tener cualquier teléfono como core al jugar.
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