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Apple Watch se lanza a la piscina, ¿para ganar o mantenerse?

Tras un mes de su presentación, el Apple Watch Series 2 levanta ciertas dudas, ¿es realmente un complemento ideal para deportes de agua? Analizamos qué nos ofrece Apple y hasta dónde podemos llegar con él.

Escrito por Vicente Sánchez Jorreto oct 04 2016 17:59

Tras la última Keynote celebrada en el auditorio Bill Graham (San Francisco) donde Apple presentó al mundo, entre otros, la segunda versión del Apple Watch y enseñó la esperada nueva versión del IPhone, ha llegado el momento de analizar. Gafas de bucear, gorro y bañador… ¡Nos lanzamos a la piscina!

 

Por partes, profundicemos en el principal titular que han dado los de Cupertino para la esperada evolución de su dispositivo de muñeca: de lo resistente (a las salpicaduras) a lo sumergible (en la piscina o en aguas abiertas). Y es que la primera versión deportiva de Apple Watch fue considerada por los usuarios más exigentes (deportivamente hablando) como un intento válido, aspiracional… pero incompleto.

 

La primera pregunta que se hacen muchos amantes del mundo de la natación en particular y de los deportes acuáticos en general, es saber si la nueva versión del reloj inteligente de Apple es una alternativa válida respecto a otras opciones del mercado especializadas.

 

Quizá la primera conclusión a la que debemos de llegar es que la segunda versión deportiva del Apple Watch no es un dispositivo únicamente destinado a la natación (algo obvio) y no es un dispositivo especializado (algo previsible) a diferencia de otros como modelos del mercado como la versión Swim de Garmin.

 

Y es que, aunque Apple es consciente de que no puede (ni debe) competir con cuantificadores especializados, sí que ha querido cuidar y potenciar su funcionalidad acuática. Primer tanto a favor, igualar en cuanto a funcionalidades básicas como por ejemplo el grado de sumersión (50 metros).

 

Imagen adjunta: apple-watch-series-2-sumergible.jpg

 

¿Y qué más? La nueva versión deportiva de Apple te ofrece la posibilidad de poder medir la actividad de natación… en piscina o en aguas abiertas. Si optamos por emular a Michael Phelps (o Mireia Belmonte, ¿no?), podemos indicar longitud de la piscina, lo que nos ayudará a poder registrar los largos realizados.

 

Más preguntas, ¿qué más información se puede recoger? Cada vez que utilices la versión deportiva de Apple podrás medir la distancia recorrida, ritmo, calorías consumidas y frecuencia cardíaca.

 

Y quizás una de las funcionalidades más destacadas, al igual que otras versiones especializadas (y aquí nos volvemos a fijar en Garmin), es poder detectar el estilo de natación. Gracias al acelerómetro, el Apple Watch Serie 2 lo identifica con bastante precisión.

 

Ahí no queda todo. Para los amantes de los entrenos en aguas abiertas (léase, principalmente aficionados al mundo del triatlón), el GPS obtiene protagonismo fundamental, ya que será el encargado de realizar mediciones y grabar nuestra ruta, de la misma forma de que si lo activáramos para salir a correr o montar en bicicleta. Siguiente conclusión, aunque la segunda versión del wearable de Apple no se puede catalogar como un dispositivo especializado, es una opción válida para los usuarios que se estén adentrando en el mundo del triatlón.

 

Imagen adjunta: apple-watch series 2 -natacion.jpg

 

 

Piscina, aguas abiertas… ¿hay freno?

Ya hemos hablado como la segunda versión del dispositivo de muñeca resiste hasta 50 metros, como lo podemos utilizar en la piscina o como le podemos sacar rendimiento al GPS en aguas abiertas. Pero hablemos de limitaciones. Tras infinidad de horas de investigación y pruebas, los de Cupertino reconocen poseer un índice de resistencia según el estándar ISO 22810:2010.

 

¿Qué significa esto? Pues que el reloj se puede utilizar en diferentes actividades acuáticas denominadas de poca profundidad como nadar en una piscina o en el mar, pero se advierte que no debe utilizarse para actividades especializadas como buceo, esquí acuático ni otras actividades acuáticas a alta velocidad o que impliquen sumergirse a más profundidad.

 

Imagen adjunta: apple-watch-series-2-nadar.jpg

 

 

Líquidos fuera… y en exclusiva

Otras de las preguntas que muchos usuarios se hicieron es como Apple iba evitar configuraciones no deseadas en cada brazada realizada. Muy sencillo. Cuando el reloj se sumerge se bloquea la pantalla y al terminar el baño hay que desbloquear la pantalla girando la corona digital. Y no sólo se desbloquea la pantalla, sino que vibra la membrana del altavoz para expulsar el agua que haya podido entrar.

 

Profundicemos sobre la membrana vibratoria. ¿Cómo han conseguido los ingenieros mantener alejado los entresijos internos del reloj del líquido elemento? Una de las innovaciones trabajadas y pocos publicitadas, consiste en que, una vez realizado la actividad acuática, el dispositivo tiene desarrollado un mecanismo que expulsa todo el agua acumulada en su interior mediante los altavoces del dispositivo. Y esto, ¿cómo se consigue? Sencillo, un motor de bobina móvil ubicado en los altavoces del dispositivo, expulsa el agua acumulada durante el ejercicio a través de la reproducción de un sonido pregrabado. Corpore sano in mens sana…y de paso conseguimos mantener intacta la seguridad de nuestro dispositivo.

 

Y todo trabajo bien hecho, siempre mejor con una patente bajo el brazo. Apple ha querido proteger esta novedosa tecnología y la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos acaba de conceder a la compañía la patente. El nombre de la patente en cuestión tampoco es que sea muy original, pero ellos fueron los primeros y ahí queda registrado. ¡Ah!, el nombre…’Expulsión de líquido desde un orificio’.

 

Imagen adjunta: apple-watch-series-2-surf-nadar.jpg

 

 

Recapitulando, ¿a quién conviene el Apple Watch 2?

 

Imagen adjunta: apple-watch-series-dos-cuero-2.jpg

 

Hagamos memoria. En 2014 Mark Parker, presidente ejecutivo de Nike, anunciaba la disolución de la unidad que trabajaba la ya desaparecida FuelBand. Por su parte Apple anunciaba la contratación de algunos ex integrantes de ese equipo para desarrollar el Apple Watch. Movimiento lógico, Tim Cook es miembro de la junta directiva de Nike.

 

Y es que Apple ha decido tomar el mismo camino que Nike tomo en su día con su comunidad Nike +, lanzando un producto válido (en esta caso sinónimo de mainstream) para aficionados que se están introduciendo o llevan poco tiempo practicando deporte (no avanzados).

 

Al igual que pasa con las zapatillas o con los propios relojes deportivos, el aficionado que se introduce en el mundo del deporte siempre empieza consumiendo Nike o Adidas y cuando profundiza se pasa a marcas técnicas como Brooks (zapatillas) o Polar o Garmin (dispositivos de medición electrónicos). Y es que Apple de momento se conforma con llegar al aficionado novato, que es quien a día de hoy pobla en su gran mayoría parques, piscinas o lagos.

 

Un matiz importante que Apple debería de tener en cuenta pero que de momento no está dispuesto a negociar: El precio. La segunda versión del Apple Watch dobla en precio a opciones más avanzadas y precisas (por ejemplo, Garmin Swim). Pero lo dicho, mientras que las unidades se agoten lanzamiento tras lanzamiento y mientras que los usuarios sigan identificando los productos de Apple como algo aspiracional (y no tanto como herramientas líderes del sector), Tim Cook ni piensa en su competencia ni le preocupa ser competitivo a nivel de precios. Apple por algo menos, siempre será algo más.

 

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